Un día te levantas y te das cuenta, que la vida que soñaste llevar
a cabo no la conseguiste, que tu príncipe azul, en realidad,
no es un príncipe, la sangre azul es algo que se pinta pero no
que se lleva. El carro de caballos no existe, porque, ni si quiera
va a venir a buscarte para llevarte al baile, y que al final
de la noche tampoco te va a robar un beso. Que en la vida real,
él no es ese príncipe tan deseado. Y aunque duela reconocerlo
es el único hombre capaz de hacerte llorar y el único que te
puede calmar el llanto.
a cabo no la conseguiste, que tu príncipe azul, en realidad,
no es un príncipe, la sangre azul es algo que se pinta pero no
que se lleva. El carro de caballos no existe, porque, ni si quiera
va a venir a buscarte para llevarte al baile, y que al final
de la noche tampoco te va a robar un beso. Que en la vida real,
él no es ese príncipe tan deseado. Y aunque duela reconocerlo
es el único hombre capaz de hacerte llorar y el único que te
puede calmar el llanto.
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