No me gusta hablar de las etapas de mi vida, porque se remueve el dolor. Pero es así, uno vive por capítulos, y hay que aceptarlo. Mucha gente a mi alrededor estuvo inyectando rencor y odio en mi corazón. El final era previsible: ingresar al caos, seguir hacia abajo, y no parar hasta el infierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario